SAINT PAUL, MN
El cierre de funciones del gobierno federal duró tan sólo tres días. Este lunes 22 de enero, el congreso votó por la reapertura de las oficinas federales a partir de esta misma tarde. El presidente del país validó la decisión firmando la iniciativa. Terminó así el episodio del gobierno federal en el que se enfrenta por primera ocasión, y para muchos, no la última, en la que este gobierno ha de cerrar sus puertas. La iniciativa que hoy es ley, permite al gobierno ejercer un presupuesto de ingresos y gastos en forma temporal, por dos semanas y media, hasta el próximo 8 de febrero.
Así, aun cuando los legisladores demócratas y republicanos hayan llegado a un acuerdo para el corto plazo, las cosas no han sido del todo aceptables para mucha gente. En los medios sociales, por ejemplo, las reacciones no se hicieron esperar, al acusar a los senadores demócratas de pactar la reapertura de funciones, bajo la condición de renunciar a la inclusión del rescate del programa DACA, que ha protegido a cientos de miles de jóvenes indocumentados que habrían llegado al país siendo pequeños.
Incluso la líder de la minoría demócrata en la casa de representantes, Nancy Pelosi, expresó su oposición a la iniciativa de ley, de la misma forma que lo hiciera el también demócrata Steny Hoyer, por Maryland. Pelosi acusó al líder de la bancada demócrata en el senado, de haber pactado con el gobierno federal, sin haber realmente logrado un compromiso por atender las grandes demandas de los demócratas.
Dentro del senado, un grupo de legisladores demandaban que el debate continuara, considerando que los temas no se habían agotado. Entre ellos figuran los legisladores republicanos Mike Lee y Rand Paul, además de los demócratas Richar Blimenthal, Cory Booker, Catherine Cortez Masto, Bob Menendez, Chris Murphy, Elizabeth Warren y el senador independiente Bernie Sanders, entre otros.
En ese momento, se difundió la información de que el acuerdo entre senadores republicanos y algunos demócratas, aceptaba la eliminación de las discusiones sobre DACA e inmigración. Sin embargo, trascendió más tarde que una de las condiciones para la reapertura de funciones en el gobierno federal, estarían condicionadas a que los legisladores republicanos se comprometían a trabajar en torno a una solución sobre el programa DACA, antes del 8 de febrero, fecha en la que vencerá la ley acordada.
Parte de las razones de la suspensión de funciones en el gobierno, luego de la no aprobación del presupuesto con al menos 60 votos de los senadores, se sustenta en la falta de compromiso de los senadores republicanos para resolver la condición de las cerca de 600 mil personas que están bajo amenaza de perder protección bajo el DACA. El presidente Donald Trump decidió dar por terminado el programa a partir del 5 de marzo de este año.
Hoy el DACA se ha convertido en un arma de manejo político que puede ser empleado en uno u otro sentidos, tratando de convencer a los electores y constituyentes de los distintos partidos, de la bondad o no del programa.
Y quienes apoyan una solución favorable para los beneficiarios del DACA hoy en el limbo, han apoyado sistemáticamente a los legisladores demócratas, y viceversa. De ahí que la circulación de información que apuntaba a un pacto entre republicanos, el gobierno federal, y un segmento de los legisladores demócratas en el senado, fue percibido como una traición a las alianzas que se generaran en torno al DACA.
No hay evidencias de que en McConnell, senador republicano y líder de la mayoría en el órgano legislativo, realmente haya establecido un compromiso. Hoy surgen muchas dudas al respecto, y la ciudadanía en general se encuentra a la expectativa por ver si se evita un nuevo cierre en menos de tres semanas. Por lo pronto, los legisladores republicanos han expresado que la reapertura de las funciones del gobierno se convierte en un triunfo de ellos.
Acaso esto sea lo que mayor disgusto provoca entre los tradicionales aliados de los políticos demócratas.
