SAINT PAUL, MN

Algunos noticieros han mencionado que hay 100,000 personas de América Central en la frontera sur esperando solicitar asilo en Estados Unidos de América (EUA). Se ha mencionado que aproximadamente hay 40,000 niños de grupos de silimilar origen que están detenidos, mientras se decide el proceso de asilo de sus familiares adultos; han sido separados de sus familias y, en algunos casos, el gobierno no sabe a qué familia pertence cada niño o joven.

De nos ser aceptada la solicitud de asilo, estas personas adultas y menores de edad serán deportados.

Se ve en television con alguna frecuencia a esos jovenes y niños encarcelados temporalmente tras rejas de alambre bajo puentes o en edificios. Sobre el piso se ven colchones y aunque las jaulas se ven limpias no dejan de ser jaulas. Algunos de ellos lloran por la ausencia de sus padres, madres u otros familiares.

La mayoría de estos seres humanos de Centro América quieren lograr la aprobación del gobierno americano para convertirse legalmente en “refugiados.” Su motivo es el escapar de violencia por parte de su gobierno o de pandillas de jóvenes criminales en sus países de origen—El Salvador, Guatemala y Honduras, principalemente. La amenaza de parte de sus gobiernos puede ser por razones políticas, nacionales, sociales, étnicas o religiosas. Los que escapan también lo hacen por hambruna provocada por las sequías que se han hecho frecuentes por el calentamiento del clima a nivel mundial.

Es importante aclarar que la proporción de personas que vienen a pedir asilo es pequeña en comparación con el número de inmigrantes con y sin documentos. El público americano con frecuencia confunde a estos grupos que son muy diferentes.

Los inmigrantes documentados solicitan entrar en las embajadas o consulados de EUA, localizados en las naciones en las que viven. Desean mudarse a este país principalmente (alrededor del 70 por ciento de ellos) para unirse con su familia que ya se encuentra aquí legalmente. Otros piden autorización en forma de visa de trabajo. Otros extranjeros solicitan permiso temporal, llamada visa, de visita o de estudio.

Los inmigrantes indocumentados son los que han sido cubiertos por los medios de comunicación con mayor frecuencia pues hay un gran número de ellos y las fuerzas de la ley los persigue, arresta y deporta, lo cual genera interés. Se estima que hay aproximadamente 10 millones de indocumentados viviendo en EUA. Alrededor de la mitad de ellos son de México pero la cantidad de mexicanos que entran ya no es mayor que aquella de los que regresan a México, por lo cual se ha reducido mucho ese número. El regresar a México se ha hecho más atractivo por cambios en disponibilidad de trabajo y, probablemente, porque se ha hecho obvio que hay millones de personas en EUA que no aprecian la presencia de mexicanos (y otros latinos) a pesar de la gran aportación económica que contribuimos a este país y estado, como lo he demostrado con estadísticas y estudios en varios de mis artículos en inglés y español.

Es posible que los inmigrantes indocumentados hayan intentado seguir el proceso legal mencionado anteriormente. Sin embargo, los números de personas que son aprobadas por este proceso son limitados por cuotas y requieren de ciertas garantías económicas que demuestren a las embajadas y consulados americanos que no van a ser una carga para el gobierno.

Los indocumentados pobres no pueden usualmente cumplir con esos requisitos y deciden entrar sin permiso y arriesgando su libertad y a veces la vida cruzando por áreas de cruce de frontera no oficiales. Es común también que algunos inmigrantes con visas legales de trabajo, paseo o estudio permanezcan aquí a pesar de que el plazo de la visa ha expirado, convirtiéndose así en indocumentados.

Los guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y otros que buscan asilo en EUA están siguiendo un proceso legal e internacional. El gobierno de EUA firmó en los años sesentas del siglo pasado los acuerdos de las Naciones Unidas que protegen a los refugiados. Desde 1980, se aprobó en EUA una ley que da las mismas protecciones y establece un proceso legal en las áreas oficiales de cruce de frontera o en sus embajadas y consulados. Por lo tanto, el trato que se les está dando a centroamericanos, especialmente en la separación de niños y familias, es ilegal e injusto. El gobierno está llevando a cabo políticas crueles contra ellos con la intención de intimidar a otros que quieran venir a buscar asilo.

Los adultos y, especialmente, los niños y jóvenes necesitan la ayuda de la comunidad latina de todo EUA. Hoy es el momento de oportunidad del que he escrito en mis columnas para que surjan héroes y líderes latinos en apoyo de los latinos que son tratados sin respeto a sus derechos humanos.

¿Qué pueden hacer los lectores en Minnesota sobre este grave problema en la frontera?

Ustedes pueden avocar por esos derechos humanos a través de los senadores y representantes de la legislatura del estado y los que nos representan en el Congreso nacional. Existen medios y recursos a su disposición que les permitirán tener impacto en la situación. Por ejemplo, existe desde hace muchos años la agencia del gobierno de Minnesota que representa a la comunidad latina en este estado.

Ahora se conoce por Minnesota Council on Latino Affairs (Consejo de Asuntos Latinos de Minnesota) y por las siglas MCLA.

Afortunadamente, la persona que dirige esa agencia es originaria de Guatemala y tiene vasta experiencia en el gobierno minnesotano; por lo tanto, conoce bien el dilema que enfrentan aquí y en sus países de origen los guatemaltecos y otros centroamericanos. Su nombre es Señora Rosa Tock. Los lectores pueden contactarla a ella o a alguno(a) de sus empleado(a)s para pedir orientación en el sitio de Minnesota Council on Latino Affairs https://mn.gov/mcla/contact-us/

Amigos lectores, la solidaridad tan necesaria para nuestra comunidad y el bienestar futuro de nuestros hijos dependen de la voluntad y la acción constructiva de todos nosotros.