BOSTON
Kyle Gibson ha estado haciendo la mejor temporada de su carrera en cinco años, pero el juego del jueves podría ser su obra maestra.
Ponchó a seis, cuatro de ellos entrando por tercera vez a través del orden, y no cedió un hit después de la cuarta entrada. Redujo su efectividad a 3.42 en la temporada, a 1.57 para su juego en Boston, y mostró su durabilidad al lanzar 120 lanzamientos, el más alto de su carrera. Su única carrera fue anotada en una doble jugada, e incluso conquistó a uno de sus ‘demonios personales’ al mantener al candidato MVP de la Liga Americana, Mookie Betts, (6 de 12 con tres jonrones contra Gibson antes de este juego) sin hits en cuatro turnos al bate.
“Ha sido extraño. Pero es parte del béisbol, ¿sabes? “, Dijo Gibson encogiéndose de hombros ante los rumores cada vez más persistentes a su alrededor. “Es duro. Tratas de enfocarte en el plan cada día, sin saber realmente si hoy es el día en que entras y te vas a otro lugar “.
El único movimiento que Gibson quiere hacer, después de ver a Mitch Garver lanzar un doble en la octava entrada para conducir la carrera de ventaja, es estar arriba de la clasificación. La victoria del jueves cortó la ventaja de Cleveland Central de la Liga Americana a siete juegos, el más cercano que han estado los Mellizos desde el 22 de junio.
Fernando Rodney, el cerrador de 41 años de edad, se vio fortalecido por un salvamento de todo menos rutinario el jueves. Lanzó una bola rápida de 97 millas por hora que Jackie Bradley Jr. no pudo tocar para sellar su 22da salvada, pero lo que llegó antes tuvo la muchedumbre anunciada de 37,439 rugiendo con cada lanzamiento.
Rodney le entregó un sencillo a Xander Bogaerts, consiguió un par de outs rápidos y luego le dio la base por bolas a Blake Swihart y Brock Holt para cargar las bases. Luego lanzó tres bolas rectas a Bradley, el bateador No.9 de Boston, eliminando cada fragmento de espacio para fallar.
“(Sus compañeros de equipo) dijeron que todo el mundo estaba nervioso y cada pedazo de chicle que tenían en la boca, se lo sacaron”, bromeó Rodney. Pero Bradley recibió dos strikes, preparando un emocionante lanzamiento de 3-2.
“El primer golpe, es como, ‘OK, puedo hacerlo’. Entonces el segundo y el tercero es difícil de tirar”, dijo Rodney. “Cerré los ojos y lo arrojé”.
