MINNETONKA, MN
La famosa firma de alimentos, General Mills, que cuenta con sus oficinas centrales en el estado de Minnesota, aparece de nueva cuenta en las noticias. Ya en noviembre del año pasado, había comenzado una serie de quejas contra de la presentación de la información en los productos producidos y empacados por General Mills, incluyendo una acción legal el pasado 23 de marzo en el que se alega que la planta de la firma en Minneapolis, emite vapores cancerígenos que potencialmente afectan a la población que rodea las instalaciones.
El día de ayer, 12 de abril de 2016, General Mills ha sido golpeado de nueva cuenta, ahora por una demanda añeja colectiva que acusa a la empresa de discriminar a los empleados con base a la edad con que estos cuentan, y en particular sobre quienes tengan 40 años o más durante una ronda de despidos ejecutados por la empresa como parte de un proceso de restructuración.
Han sido cerca de 30 ex–empleados que afirman que dentro de la compañía era tres veces más probable que un empleado fuera objetivo de terminación de empleo durante los despidos, en caso de ser de edades mayores al resto. Dicha situación se registró durante los últimos meses del 2014, en violación del Acta de Discriminación por Edad entre Empleados (ADEA). Los trabajadores cuya edad se encuentre entre los 42 y los 63 años, fueron los más afectados en el proceso.
Quienes fueron notificados de que sus empleos habrían terminado, recibieron también la noticia por parte de la misma compañía, de que no eran elegibles para beneficios de despido a menos que firmaran un acuerdo en el que se incluía la renuncia a sus reclamos y a una cláusula de arbitración que incluía el contrato. Los trabajadores afirman que este acuerdo está en contra del Acta de Protección de Beneficios de Trabajadores, que es una enmienda al ADEA en 1990.
“El Acuerdo de terminación de empleo de la empresa General Mills es engañoso y contrario en forma directa a la ley porque ha informado a los empleados que el foro “exclusivo” en el que ellos pueden introducir cualquier protesta a la validez de la renuncia a los derechos garantizados por el ADEA como se ha establecido, se llevarían a cabo con base en casos individuales,” indica el documento de 62 páginas de la queja.
Los trabajadores quejosos sostienen que bajo el Acta de Protección de Beneficios a Trabajadores de Edad (OWBPA), ellos tienen el derecho de que sus casos sean presentados y escuchados por una “corte de jurisdicción competente” para determinar si el acuerdo de renuncia a derechos fue en verdad bajo bases de “pleno conocimiento y voluntario.”
Un vocero de la empresa dijo que la misma estaba bajo conocimiento de la demanda legal. “La compañía se mantiene con sus decisiones de empleo y no identifica mérito alguno en esas quejas.”
