MINNEAPOLIS, MN
St. Cloud, Rochester y Mankato identificadas como ciudades referentes de la economía de Minnesota. Así como los estados clave ayudan a predecir los resultados políticos, ciertas ciudades estadounidenses actúan como sistemas de alerta temprana para la economía.
Estas “ciudades insignia” están tan al tanto de los cambios locales en la contratación, el comportamiento del consumidor o las cadenas de suministro que sus fluctuaciones suelen repercutir en todo el estado.
Para descubrir qué ciudades poseen este poder predictivo, MarketBeat , una empresa de medios financieros, encuestó a 3021 líderes empresariales, preguntándose: ¿dónde se produce primero el cambio? El resultado es un mapa de comunidades que los economistas deberían seguir de cerca, no por lo que ya ha sucedido, sino por lo que está por venir.
Los líderes empresariales de Minnesota afirmaron que estas son las principales “ciudades señal” del estado:
#1 St. Cloud
St. Cloud se encuentra en la intersección de la producción industrial, la logística y el comercio minorista de tamaño mediano. Cuando las fábricas locales reducen la producción o el transporte de mercancías se ralentiza, esto suele repercutir en el centro de Minnesota. Las tasas de desocupación en el centro y la afluencia de restaurantes son indicadores tempranos sólidos. St. Cloud también refleja la confianza económica de los trabajadores que equilibran sus empleos comerciales con el aumento del coste de la vida, lo que lo convierte en un lugar clave a tener en cuenta cuando la confianza de los trabajadores comienza a flaquear.
#2 Rochester
Con la Clínica Mayo como base, la economía de Rochester refleja las tendencias en atención médica, la contratación en el sector biomédico y los patrones de reubicación de profesionales administrativos. Cuando la dotación de personal disminuye o la construcción de nuevas viviendas se frena, indica una creciente cautela en una de las regiones más prósperas del estado. La ciudad también refleja cómo los profesionales de ingresos medios gestionan los precios de la vivienda, el cuidado infantil y la inflación. La economía de servicios de Rochester y las presiones de crecimiento la convierten en un sólido indicador de las tendencias más amplias entre las pequeñas ciudades de rápido desarrollo de Minnesota.
#3 Mankato
Sede de la Universidad Estatal de Minnesota y rodeada de tierras de cultivo, Mankato ofrece una visión de la intersección entre la educación, la atención médica y la agricultura. Si la matrícula disminuye o el gasto discrecional de los estudiantes se desacelera, suele ser un indicio de una mayor presión en la clase media. Mankato también refleja la actividad inmobiliaria y la demanda de empleo justo fuera del área metropolitana de las Ciudades Gemelas. Su combinación de empleo público y comercio regional la convierte en un útil anticipo de cómo las ciudades periféricas están respondiendo a los cambios económicos.
Lo primero que los lugareños realmente notan
Mientras los economistas y analistas analizan gráficos, los residentes locales suelen confiar en su intuición y en los cambios visibles en sus propias comunidades. Según la encuesta, el 61 % de los encuestados afirmó confiar en que sus líderes o empresarios locales reconocerán las primeras señales de alerta de una recesión. El 39 % restante expresó dudas, lo que sugiere que la confianza en la previsión económica dista mucho de ser universal.
Cuando se les preguntó qué recortarían primero si el dinero escaseara, los habitantes de Minnesota se mostraron sorprendentemente de acuerdo:
- El 40% dijo que reduciría el gasto en comidas fuera de casa y entretenimiento.
- El 27% pospondría compras importantes como un automóvil o electrodomésticos nuevos.
- El 22% pospondría planes de viaje o vacaciones.
- El 12% retiraría sus donaciones o membresías.
Entonces, ¿qué es lo que realmente hace sonar las alarmas en la gente?
Casi la mitad de los encuestados (46%) afirmó que la señal de alerta más clara es cuando un importante empleador local comienza a despedir personal. A esto le siguen los negocios locales que reducen su horario o cierran (30%), mientras que solo el 9% mencionó el aumento en la venta de viviendas o la reducción de los alquileres. Solo el 8% prestó atención a los cambios en los patrones de eventos comunitarios o el uso del transporte público, las señales más sutiles que los economistas suelen rastrear.
A la hora de analizar el estado de ánimo económico local, la mayoría de los encuestados afirmaron que observan al público, no a los responsables de las políticas:
- El 43% cree que el comportamiento del consumidor (hábitos de compra, tráfico en restaurantes, etc.) es el mejor predictor.
- El 27% señala a los principales empleadores o fábricas.
- El 23% deposita su confianza en el gobierno local o en los servicios públicos.
- Sólo el 7% mira las tendencias inmobiliarias.
Y finalmente, ¿cómo detectan personalmente las personas los primeros signos de debilidad económica en su zona?
- El 34% observa que los escaparates cierran o se renuevan con mayor frecuencia.
- El 32% detecta menos vacantes de empleo o congelaciones de contrataciones.
- El 20% nota menos tráfico en tiendas minoristas y restaurantes.
- El 16% se da cuenta de que los precios de la vivienda se están estancando o están cayendo.