MINNEAPOLIS, MN
Como siempre ocurre, los plazos se cumplen, y los tiempos llegan. Pronto, muy pronto, la población elegible para votar en México habrá que elegir a un nuevo presidente por un período de 6 años.
Y ante eso, las campañas políticas de cada uno de los candidatos habrá de arrancar muy pronto: el 1 de abril. Se romperá así un silencio pactado luego de las campañas que desarrollaron los pre candidatos, a fin de seleccionar a quienes llegarán a la contienda final.
Y aun cuando la llamada veda electoral se impuso a lo largo del mes de marzo, el mismo presidente del país ha generado reacciones al responder, a pregunta expresa, que cualquier candidato que desee detener la construcción del nuevo aeropuerto de la ciudad de México perjudicaría a muchas personas dado que se ha invertido fondos de retiro en la obra.
La referencia fue expresamente dirigida a Andrés Manuel López Obrador, candidato por la coalición Morena-Partido Encuentro Social- Partido del Trabajo. Y es que el candidato ha indicado ello en su pre-campaña y en declaraciones abiertas.
El resto de los candidatos han reaccionado, y no tan solo López Obrador, dado que lo dicho por Peña Nieto es una clara intromisión en el proceso.
Hoy, los candidatos registrados son, el ya mencionado Andrés Manuel López Obrador, Jose Antonio Meade, por la coalición Partido Revolucionario Institucional, Partido Verde Ecologista y Partido Nueva Alianza. Ricardo Anaya es apoyado por una coalición suigeneris, con los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, junto con Movimiento Ciudadano. A ellos se suman los independientes Margarita Zavala, Jaime Rodríguez Calderón (El Bronco) y Armando Ríos Piter.
Hoy ofrecemos un breve perfil de los tres candidatos que cuentan con apoyo partidista, para luego abordar a los independientes.
Andrés Manuel López Obrador es un recurrente candidato a la presidencia, al correr por tercera ocasión por el cargo. Nació en la localidad de Macuspana, en el estado de Tabasco, un 13 de noviembre del año 1953. Hoy lidera la gran mayoría de encuestas pre-electorales, y en muchos casos con amplio margen. Ello indica, para algunos especialistas, que a quien se le conoce como El Peje, cuenta con amplio apoyo de muy diversos sectores de la población, y en particular de quienes han quedado al margen de los beneficios que los gobiernos previos hayan podido promover.
AMLO, como también se le conoce, proviene de una militancia dentro del partido oficial de gobierno desde sus años de juventud, llegando a ser precandidato a la gubernatura de Tabasco, para la cual no fue seleccionado, y que le llevó a renunciar al partido para unirse al Partido de la Revolución Democrática en 1989, luego que el líder del mismo, Cuauhtémoc Cárdenas, desarrollara una campaña casi triunfadora (aún se cuestiona sobre si en realidad Cárdenas habría ganado la elección contra quien ocuparía la presidencia, Carlos Salinas de Gortari, en 1988)
Andrés Manuel ha sido considerado como un candidato insistente, y ello ha sido un argumento en su contra por parte de amplios sectores de clase media y empresarial. Sin embargo, para diversos analistas políticos, AMLO se perfila como triunfador de la contienda del 1 de julio.
José Antonio Meade surgió como candidato improbable a la presidencia, contando con el apoyo de Enrique Peña Nieto, y del aparato político del PRI. Meade Kuribreña nació el 27 de febrero de 1969, y se ha desarrollado como abogado y diplomático, sirviendo como secretario de Relaciones Exteriores, para luego ocupar el cargo de Secretario de Desarrollo Social, secretario de Energía y Minas y en dos ocasiones como secretario de Hacienda y Crédito Público. Dejó este último cargo el 27 de noviembre del 2017, a fin de iniciar su campaña presidencial.
A Meade se le ha identificado como un político independiente, cosa que ratifica al ser que su afiliación al PRI ocurrió precisamente cuando se perfilaba como candidato a suceder a Peña Nieto. Meade es egresado del prestigioso Instituto Tecnológico Autónomo México (ITAM), pero desarrolló estudios de posgrado en la UNAM y en la Universidad de Yale.
Muchos consideran que el candidato oficial es el responsable del llamado “gasolinazo”, que supuso un incremento significativo en el costo de la gasolina de uso automotriz, generando una secuela de efectos en la economía, reflejado en el alza de productos básicos. Otro detalle que oscurece su candidatura es el uso de los medios sociales (Facebook), indicando que cuenta con un número de seguidores que, se ha probado, ha sido inflado para intentar dar una imagen de fortaleza entre los electores.
En lo que resulta un caso singular, Ricardo Anaya se presenta como un candidato respaldado por un partido de derecha ideológicamente (el PAN), y uno tradicionalmente de izquierda (el PRD). Identificado como un candidato joven (nació el 25 de febrero de 1979), ha llegado a la candidatura rodeado de polémica. Entre sus críticos, se le identifica como un líder con escaza formación, y por tanto con pocas posibilidades de llegar a la presidencia.
Por otro lado, el propio PRI se ha enfocado a atacar a Anaya Cortés, mostrando supuestas evidencias de que ha sido partícipe de acciones de lavado de dinero, al asociársele directamente con Manuel Barreiro, señalado por la Procuraduría General de la República (PGR), como lavador de dinero en acciones inmobiliarias, de las que por cierto ha sido parte el mismo Anaya.
Anaya ha pertenecido al PAN donde llegó a ser el presidente nacional, del 21 de agosto del 2015, hasta el 9 de diciembre de 2017, cuando renunció para competir en la contienda electoral. Considerado como miembro de la élite política, Anaya es egresado de la Universidad Autónoma de Querétaro, de la Universidad del Valle de México y de la UNAM, de donde obtuvo un doctorado en Ciencias Políticas y Estudios Sociales.
Dentro del espectro político, enmarcado con las cifras, los más recientes ejercicios colocan a Andrés Manuel a la cabeza, seguido muy de lejos por Meade y Anaya. Continuaremos nuestro análisis del proceso.
