Minneapolis, MN
Mientras en muchas ciudades de Estados Unidos los tiempos de viaje al trabajo aumentan progresivamente tras la pandemia, Minneapolis se posiciona entre las ciudades con los desplazamientos más cortos del país. Según datos recientes del Censo de EE. UU., el tiempo promedio de viaje a nivel nacional fue de 26,8 minutos en 2023, lo que representa un aumento de 0,4 minutos respecto al año anterior, y una recuperación paulatina hacia los niveles prepandemia.
Sin embargo, Minneapolis escapa de esta tendencia. Con trayectos promedio por debajo de la media nacional, los residentes del área metropolitana disfrutan de uno de los viajes diarios más eficientes entre las principales ciudades del país. Aunque no se ubica en el primer lugar —un honor que corresponde a Tulsa, Oklahoma, con apenas 19,1 minutos de promedio—, los trabajadores en Minneapolis dedican significativamente menos tiempo en sus traslados que en lugares como Nueva York, donde el promedio supera los 40 minutos.
La eficiencia en los desplazamientos locales responde a una combinación de factores: un sistema de transporte relativamente compacto, infraestructura urbana favorable y la persistencia del trabajo remoto o híbrido en muchas empresas de la región. A nivel nacional, el número de trabajadores remotos sigue siendo mayor que antes de la pandemia, aunque ha disminuido un 1,4% desde 2022, pasando de 24,4 a 22,4 millones de personas en 2023.
Este descenso en el teletrabajo ha influido directamente en los tiempos promedio de viaje. Durante el pico de trabajo remoto en 2021, el promedio nacional se redujo a 25,6 minutos, pero desde entonces ha vuelto a aumentar progresivamente: 26,4 minutos en 2022 y 26,8 en 2023.
Expertos señalan que el rápido retorno a las oficinas está impulsando una recuperación acelerada en los tiempos de desplazamiento, incluso más rápida que la tendencia anterior a la pandemia. Entre 2011 y 2019, el aumento fue de apenas 2 minutos en ocho años. En contraste, solo entre 2021 y 2023 el incremento fue de 1,2 minutos.
En este contexto, la experiencia de Minneapolis resulta positiva. La ciudad sigue demostrando que una planificación urbana eficiente, opciones de movilidad adecuadas y políticas laborales flexibles pueden traducirse en una mejor calidad de vida para sus trabajadores.
