MINNEAPOLIS, MN
El martes 3 de junio, poco después de las 10 a. m., mientras asistía a un pase de lista de la Operación Verano Seguro IV, me informaron de un operativo federal de las fuerzas del orden en marcha cerca de Lake Street y Bloomington Avenue. El Departamento de Policía de Minneapolis no participó en la planificación ni la ejecución de la orden de registro federal.
Aproximadamente a las 11:15 a. m., más de una hora después del inicio del operativo, se solicitó al Departamento de Policía de Minneapolis (MPD) asistencia para controlar la multitud. Los oficiales acudieron para ayudar a desescalar y estabilizar una situación que se agravaba rápidamente, con enfrentamientos entre miembros de una multitud y agentes federales. El MPD despejó la zona poco después de la 1:00 p. m.
El operativo federal del 3 de junio se centró en delitos graves, como el narcotráfico y la trata de personas, delitos que no tienen cabida en nuestras comunidades. Las acciones de ayer formaron parte de esa investigación criminal, no de una redada migratoria.
Más tarde, a las 4:05 p. m., agentes del MPD respondieron a otro incidente de daños materiales que involucraba a una multitud que rodeaba un vehículo ocupado. Los agentes intervinieron, ayudaron al vehículo a salir del área y arrestaron a dos personas por agredir a un agente durante el proceso. El agente sufrió heridas leves y posteriormente fue dado de alta en un hospital.
Lo ocurrido el 3 de junio reveló cuán delicado e intenso sigue siendo el tema de la aplicación de la ley migratoria en nuestra ciudad. Si bien el operativo federal no estaba relacionado con la aplicación de la ley migratoria, la forma en que se ejecutó hizo oídos sordos a la realidad de las tensiones y el miedo en nuestra comunidad. He comunicado mis preocupaciones directamente a nuestros socios federales.
Algunos funcionarios difundieron desinformación irresponsable en redes sociales: declaraciones hechas sin recabar información básica. Ese tipo de retórica es perjudicial y solo sirvió para avivar las tensiones, aumentando el peligro para todos los involucrados. Los funcionarios electos tienen la responsabilidad de proporcionar información precisa, especialmente en situaciones tensas.
Como Jefe de Policía, tengo el deber jurado de proteger a los habitantes de Minneapolis. Cuando una situación se agrava rápidamente y se vuelve peligrosa, como ocurrió el martes, el Departamento de Policía de Minneapolis (MPD) tiene la obligación de intervenir, recopilar información y reducir la tensión para proteger la vida y la seguridad de todos.
El MPD opera bajo la ordenanza de separación de la Ciudad y no participa en la aplicación de las leyes federales de inmigración.
Dependemos en gran medida de nuestros socios federales para combatir los delitos violentos, procesar a los miembros de pandillas, desmantelar las redes de tráfico de drogas y responsabilizar a los delincuentes peligrosos.
Jefe Brian O’Hara – Departamento de Policía de Minneapolis
