SAINT PAUL, MN
Muchos han sido los estudios, desde académicos hasta políticos, que han intentado determinar el verdadero balance entre los costos que implica el contar con inmigración indocumentada entre la fuera laboral, y los beneficios que ella supone al ser consumidores y productores. En el año 2000, se publicó un reporte de investigación que daba cuenta que la entonces ya creciente comunidad de negocios latinos en Richfield, tenía en lo inmediato un gran impacto positivo en la economía local. Dicha comunidad, cita el reporte, proveía de servicios y productos únicos, fomentando la cohesión de los vecindarios, convirtiéndose con ello en ejemplos a seguir, al proveer de innovación, creando empleos, y entrenando empleados. Ello pareciera ser el más claro reflejo de lo que pasaba en el estado entero. (http://hacer-mn.org/english/EconomicImpactUndocumentedWorkers.pdf)
El reporte generó múltiples respuestas en contra, que presentaron “sustento científico”, con financiamiento del gobierno republicano de Tim Pawlenty. El más recurrente argumento se orientaba en contra de lo que Kiekopf señalaba era el mayor aporte de la migración indocumentada en Minnesota: hasta 3.8 mil millones de dólares (billones en el sistema de conteo estadounidense) era la contribución anual estimada a la economía local por parte tan sólo de los trabajadores indocumentados (número entonces estimado entre 18,000 y 48,000).
Un reciente reporte, fue presentado a fin del mes pasado (octubre 30), y financiado por la Minnesota Business Immigration Coalition, el Partnership for a New American Economy, y Americas Society/Council of the Americas. El análisis hecho, encontró que los residentes de Minnesota, nacidos fuera del país, tienen un papel muy importante en la economía del estado. El estudio señala que las contribuciones por compra y por contribuciones con pago de impuestos, es mayor de lo que se había considerado previamente, y que el aporte de la inmigración indocumentada contribuye con hasta el 7.5 por ciento del producto interno bruto de Minnesota (GDP). El reporte fue presentado en una reunión convocada para ese fin, bajo la organización en manos de la Americas Society/Council of the Americas, en colaboración con el Partnership for a New American Economy y el Concejo de Asuntos Chicanos y Latinos de Minnesota.
Entre los resultados más notables del estudio, se destaca que “en 2012, los inmigrantes contribuyeron con más de 22.4 miles de millones de dólares en el GDP. Es decir los ingresos generados por los inmigrantes representaron el 7.5 por ciento del total GDP para el estado en ese año.”
Se destaca también que “cerca del 40 por ciento de los negocios bajo la categoría Fortune-500 en Minnesota, fueron fundados por inmigrantes. Es más, en el 2014, el Minnesota fue casa de 18 compañías listadas en la revista Fortune-500, colocando al estado entre los diez estados mejor clasificados en todo el país. En conjunto, las firmas creadas por inmigrantes en Minnesota, entre las que se incluyen #M, Medtronic, Y Hormel Foods, dan empleo a más de 264,000 personas, y general más de $100 mil millones de dólares anualmente al estado.
La capacidad de compra de los inmigrantes representa hasta 7.7 mil millones de dólares, tan solo en el año 2013. En suma “los inmigrantes ayudan en el sostenimiento de los servicios públicos que ofrece el estado de Minnesota, a través de sus contribuciones en el pago de impuestos así como las que hacen a programas sumamente importantes como son el Seguro Social y Medicare.” A la par, los inmigrantes tienen un papel importante en el crecimiento poblacional, y en el incremento en el valor de los bienes raíces, gracias a lo cual el valor de las casas se ha incrementado en 2,000 dólares en promedio entre 2008 y 2012, gracias tan solo a la llegada de inmigrantes quienes adquirieron inmuebles. En áreas en las que la inmigración no estaba presente o fue de saldo negativo, con expulsión de inmigrantes, el valor promedio cayó en $1,200 dólares durante el mismo período, contribuyendo significativamente a in mayor impacto de la crisis económica.
En suma, y en el contexto del debate en torno a la reforma migratoria, se prueba una vez más la importancia que tienen los inmigrantes en el desarrollo de la economía estatal. Minnesota puede ser un modelo a seguir.
