SAINT PAUL, MN. Por Doreen Colondres | lacocinanomuerde.com
En tiempos de inflación y agendas apretadas, nuestras decisiones a la hora de comer pueden volverse un riesgo silencioso. Elegir solo por precio o conveniencia nos lleva, sin darnos cuenta, a consumir más ultraprocesados, tanto en supermercados como en restaurantes. Especialmente, en cadenas donde la cantidad pesa más que la frescura, aunque sus nombres sugieran lo contrario.
Hoy, volver a lo esencial es urgente. Apostar por ingredientes frescos, locales y reales no solo cuida el planeta: también es un acto de amor hacia nuestro cuerpo.
Incluso en días sin ganas de cocinar, podemos elegir mejor. Apoyar al pequeño negocio o al food truck de la esquina impulsa la economía local y nos acerca a alimentos hechos con más cuidado y frescura.
Ya que este 18 de junio celebramos el Día Mundial de la Gastronomía Sostenible, reflexionemos sobre la importancia de decisiones que respeten el sabor, la salud, la tradición, la economía local y el planeta.
¿Qué es la gastronomía sostenible?
Es cocinar y comer respetando la tierra, apoyando a los productores locales, promoviendo la biodiversidad y reduciendo el desperdicio. Elegir productos locales, de temporada, minimizar envases y aprovechar cada ingrediente son gestos que suman —incluso para tu salud. Cocinar con sentido, sin sacrificar sabor.
Los productos frescos y de temporada son más sabrosos y nutritivos. Cocinar de forma sostenible también es bienestar: significa alejarnos de los ultra procesados y re-conectar con los alimentos reales. Yo misma preparo en casa todas mis salsas y aderezos. Es un gesto simple, pero poderoso.
Ideas simples para empezar hoy mismo:
- Ten un huerto casero y aprovecha tallos, hojas y cáscaras.
- Compra en mercados locales y conoce a los productores.
- Planifica tus compras para evitar desperdicios.
- Redescubre recetas tradicionales que aprovechan todo.
- Apoya pequeños negocios gastronómicos.
- Usa técnicas que resalten el sabor natural, sin procesados.
Cocinar con conciencia es celebrar la vida. Cada elección consciente alimenta nuestra salud, cuida el entorno, apoya a quienes cultivan con pasión y enriquece nuestros momentos alrededor de la mesa.
No es casualidad que la dieta mediterránea sea tan valorada: la sostenibilidad está en su esencia. Porque más allá de tendencias, esta es la forma más sabrosa y amorosa de cuidar nuestro cuerpo, la cocina y el planeta.