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DOS MÉXICOS, UNO SOLO…

Una de las imágenes (Publicada por Milenio) mas representativas de la solidaridad y apoyo de civiles en México. Columna: Dos Méxicos, uno sólo…

SAINT PAUL, MN

Los fenómenos naturales que provocan daño a una población regularmente generan también la espontánea participación civil en actividades de rescate y cuidado de las personas afectadas. En tantas ocasiones, las evidencias son incuestionables. Miles y miles de personas se suman espontáneamente, sin que medie ningún llamado oficial, a labores de rescate, de acopio de asistencia. En muchas ocasiones, la espontaneidad de los miles de ciudadanos sobrepasa las necesidades de quienes han sido afectados, y en muchos otros casos, la cantidad de voluntarios se torna en un problema al resultar virtualmente imposible coordinar esfuerzos en forma efectiva. Y sin embargo, ahí están siempre las manos de quienes no requieren más que de la motivación de ayudar. Grupos de gente que, igualmente de forma espontánea, logran organizarse pare servir. 

Al intervenir las autoridades, locales o federales, la mayoría de la población, con mucha razón, se siente despojada de la capacidad de auxiliar, rechazada, controlada y finalmente la frustración se manifiesta inevitablemente. Esto lleva a la gente a buscara formas alternas de colaboracion, creando centros de acopio, cuentas para recibir donativos económicos, o incluso a la improvisación de equipos de trabajo que buscaran donde servir.

En forma paralela emergen individuos que buscan tomar ventaja de la situation, para engañar a la gente, y sacar tajadas en medio del caos. Ahí están los politicos que harán presencia en las zonas afectadas, se tomaran fotos con individuos afectados y aprovecharan para hacer campaña política, a partir del dolor de la gente.

Promesas, las mismas de siempre, que sabemos serán incumplidas. Pero tambien quienes invitaran a la gente a donar, siendo que esos donativos irán a sus cuentas personales.

Hoy en México, a dos días del lastimoso terremoto, miles de personas ven cómo la solidaridad es sólida. Viene de todos lados, y llega incondicional.

Pero igualmente observa con justificada desconfianza a las autoridades que no parecen nunca lograr colocarse a la altura de las situaciones, llegando incluso a evidenciar burdos intentos por controlar a la opinión pública con el invento de una niña a la que habrá que ¨rescatar¨ pese a todo, y destinando a ello recursos y manos, distrayendo a la población de la sustancia, evitando que los medios de comunicación atiendan con mayor cobertura la dimensión del problema. Y esta misma población enfrenta a quienes entran a las residencias aprovechando el caos, a quienes engañan a los residentes con credenciales falsas para saquear, y a quienes se aprovechan de quienes buscan apoyar con donativos, inventando falsas vías para ello. 

Los partidos políticos, excepto Morena, se rehusan a ceder parte de sus presupuestos par gasto de campaña a fin de crear un fondo de recuperación y ayuda a quienes hubieran resultado afectados por el terremoto. La petición que ha circulado en los medios sociales es que sea tan solo el 20 por ciento de dichos presupuestos, y al saber que ninguno de los grandes partidos accede, se asienta entre la población un sentimiento de malestar. 

Si tuviésemos que aventurar un balance, el México vivo, vibrante, solidario, que emerge ante la tragedia, es el que prevalece. Ese México que inunda las páginas de Facebook, y que conmueve al mundo entero. Ese es el México que duerme, como lo dijera el mismo Carlos Fuentes, y que despierta como erupción ante la provocación. El otro, el México nefasto, indiferente, aprovechado, ha estado siempre ahí. Estuvo, inútil, gris, y limitante, durante y después de los terremotos de 1985. El primero, el México vivo, prevaleció pese al segundo. Hoy, ocurrirá lo mismo, con el hecho de que se cuenta con la fuerza de millones de personas, muchos de ellos jóvenes, que han aprendido a denunciar, a evidenciar, a ese otro México oscuro. 

Y hablo de ese México que se mueve, que se re localiza y se ubica en otras latitudes. El que lucha por sus jóvenes, y en favor de sus familias. Ese mismo que rescatará el Viva México.

 


 

    


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