SAINT PAUL, MN
Jim Kenna, sobreviviente del abuso del clero en las Ciudades Gemelas, es uno de los dos demandantes que presentaron una solicitud federal contra El Vaticano el martes. En la demanda se exige que se den a conocer los archivos de miles de sacerdotes que han abusado sexualmente de niños.
La demanda fue presentada por el abogado de Saint Paul, Jeff Anderson, en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Distrito Norte de California, quien argumenta que El Vaticano es el principal depositario de los nombres e historias de los sacerdotes de todo el mundo que han tenido una conducta indebida y está poniendo a otros en peligro al no da a conocer los nombres de esos sacerdotes.
Para apoyar la demanda, Anderson citó el “encubrimiento” sobre el ex arzobispo de Saint Paul y Minneapolis John Nienstedt en 2014, cuando el entonces embajador papal en Washington detuvo el proceso como un ejemplo de la “política de secrecía” del Vaticano. Nienstedt ha negado las acusaciones.
Esta es la tercera ocasión que Anderson demanda al Vaticano, las anteriores fueron rechazadas por la corte. Pero Anderson cree que esta nueva demanda tiene interés debido a la creciente evidencia de abuso del clero en los Estados Unidos y en todo el mundo y de los cuales hay pruebas en El Vaticano. El abogado se refirió a un mandato de la Santa Sede en 2001 en la que pedía que todos los abusos fueran denunciados a la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano.
Anderson dio a conocer varios documentos de una investigación que se hizo en 2014 sobre una potencial conducta indebida de Nienstedt, la cual se detuvo y nunca salió a la luz. El ex arzobispo había estado bajo escrutinio después de que designara al reverendo Curtis Wehmeyer como pastor de una iglesia a pesar de tener una historia de conducta sexual inadecuada y quien abusó sexualmente de dos niños en su iglesia.
Además de Wehmeyer, Nienstedt había tomado varias decisiones sobre la designación de sacerdotes, las cuales fueron cuestionadas. Como la de un sacerdote acusado de tener una relación homosexual y que Nienstedt aprobó para que trabajara en la arquidiócesis, a pesar de la recomendación de un consejero legal para que no lo hiciera
Nienstedt también asignó como secretario a un sacerdote que había sido arrestado por solicitud en un parque en Saint Paul conocido por ser el lugar de reunión de homosexuales.
Para Keenan, la falta de protección de la arquidiócesis para protegerlo de un abusador sexual en serie, señala la urgencia de que El Vaticano abra sus archivos y revele los nombres de los depredadores.
