MINNEAPOLIS, MN
Un programa de apoyo a estudiantes que comenzó en Minneapolis y que se ha diseminado a lo largo del condado, se encuentra bajo escrutinio en el lugar en que vio la luz.
El programa llamado de mentoreo “Check y Connect” busca poner en contacto a estudiantes en riesgo con un mentor que se encarga de dar seguimiento a la participación escolar, los grados y el comportamiento de los estudiantes, al establecer contacto con el estudiante una vez por semana al menos. Desarrollado en colaboración con la Universidad de Minnesota en los años de 1990s, el programa ha sido reconocido nacionalmente, y es empleado hoy en cerca de 40 estados y en cinco países en el extranjero.
Funcionarios de la ciudad de Minneapolis, sin embargo, han dicho que el programa no ha entregado resultados suficientemente sólidos en sus distritos, y que tienen planes de recortar sus fondos financieros. Ello dicen que un estudio del distrito en el 2015 encontró que el programa resultó en una disminución modesta en los abandonos escolares.
Estos resultados están llamando la atención de personal del distrito escolar y se ha dado una tendencia generalizada a buscar recortar los fondos de Check & Connect, en hasta 30 por ciento este año, pasando de $1 millón de dólares a $700,000. Se espera que la mesa directiva de las escuelas de Minneapolis vote en esa porción del presupuesto el 12 de abril próximo.
Hoy son cerca de 2,000 los estudiantes de Minneapolis que participan en el programa Check & Connect. El mismo programa se encuentra vigente en todas las high schools y middle schools. La ciudad de Minneapolis ha mantenido el programa en vigencia a partir del 2002. El Departamento de Educción de los Estados Unidos reconoce a Check & Connect como una de los programas de prevención de abandono escolar más efectivos y a mano para implementarse.
Uno de los problemas detectados en la investigación señalada es que la efectividad del programa depende de que quienes participan en él como mentores deben tener toda su atención en ello, pero que en muchas ocasiones dividen sus obligaciones, incluyendo quehaceres de cafetería, por ejemplo.
“Los recortes [financieros] en las escuelas han llegado hasta los huesos. Los administradores necesitan de asistencia en muchas áreas, y contamos con un equipo fuerte que desea ayudar e integrarse ellos mismos en las instalaciones,” dice la directora del programa Collen Kaibel.
Algunos maestros y administradores, agrega Kaibel, prefieren enviar a estudiantes problema a escuelas alternativas, las cuales cuentan con programas que se han diseñado para lidiar con estudiantes con problemas. Esto entra en conflicto con la misión del programa Check & Connect, que buscaría reincorporar a estudiantes dentro de su propia escuela.
Mayores acciones podrían considerarse, pero por lo pronto no se plantea la posibilidad de que el programa se elimine por completo. Antes bien, la intención es que su efectividad sea mayor, o bien que deje de constituirse en una carga para las escuelas que cobijan este programa, habida cuenta la poca efectividad que tiene.
